52 En un abrir y cerrar de ojos, cuando Cristo vuelva, se oirá el último toque de la trompeta, y los muertos volverán a vivir para no morir jamás. Y nosotros seremos transformados.
53 Dios cambiará estos cuerpos nuestros, que mueren y se destruyen, por cuerpos que vivirán para siempre y que nunca serán destruidos.
54 Cuando esto suceda, se cumplirá lo que dice la Biblia:«¡La muerte ha sido destruida!
55 ¿Dónde está ahora su victoria?¿Dónde está su poder para herirnos?»
56 El pecado produce la muerte, y existe porque hay una ley.
57 ¡Pero gracias a Dios, podemos vencerlo por medio de nuestro Señor Jesucristo!
58 Por eso, mis queridos hermanos, manténganse firmes, y nunca dejen de trabajar más y más por el Señor Jesús. Y sepan que nada de lo que hacen para Dios es inútil.