14 Y así como Dios hizo que Jesucristo resucitara, así también a nosotros nos dará vida después de la muerte, pues tiene el poder para hacerlo.
15 Ustedes saben que cada uno de ustedes forma parte de la iglesia, que es el cuerpo de Cristo. No está bien que una parte de ese cuerpo, que es la iglesia de Cristo, se junte con una prostituta,
16 pues al tener relaciones sexuales con ella, se hace un solo cuerpo con ella. Así lo dice la Biblia: «Los dos serán una sola persona.»
17 En cambio, quien se une al Señor Jesús se hace un solo cuerpo espiritual con él.
18 No tengan relaciones sexuales prohibidas. Ese pecado le hace más daño al cuerpo que cualquier otro pecado.
19 El cuerpo de ustedes es como un templo, y en ese templo vive el Espíritu Santo que Dios les ha dado. Ustedes no son sus propios dueños.
20 Cuando Dios los salvó, en realidad los compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios.