18 Hijos míos, no debemos limitarnos a decir que amamos, sino que debemos demostrarlo por medio de lo que hacemos.
19-20 Sabemos que pertenecemos a Dios porque amamos a los demás. Por eso, si nos sentimos culpables de algo, podemos estar seguros de que Dios no nos acusa de nada, porque él está por encima de todo sentimiento, y lo sabe todo.
21 Amados míos, si estamos bien con Dios, podemos presentarnos ante él con toda confianza.
22 Y nos dará lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que a él le agrada.
23 Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como Jesús nos lo ordenó.
24 Si obedecemos a Dios, viviremos unidos a él, y él vivirá unido a nosotros. Esto lo sabemos por el Espíritu Santo que nos ha dado.