1 Hermanos míos, no hace falta que yo les escriba acerca del momento exacto en que todo esto ocurrirá.
2 Ustedes saben muy bien que el Señor Jesús regresará en el día menos esperado, como un ladrón en la noche.
3 Cuando la gente diga: «Todo está tranquilo y no hay por qué tener miedo», entonces todo será destruido de repente. Nadie podrá escapar, pues sucederá en el momento menos esperado, como cuando le vienen los dolores de parto a una mujer embarazada. ¡No podrán escapar!
4 Pero ustedes, hermanos, no viven en la ignorancia, así que el regreso del Señor Jesús no los sorprenderá como un ladrón en la noche.
5 Todos ustedes confían en el Señor Jesús, y eso es como vivir a plena luz del día, y no en la oscuridad.
6 Por eso, debemos mantenernos alerta y vivir correctamente, y no tan despreocupados como viven algunos.
7 Los que viven pecando y emborrachándose, y sin preocuparse por el regreso del Señor Jesús, realmente viven en la oscuridad.