15 Pero no lo traten como a un enemigo, sino repréndanlo como a un hermano.
16 Que el Señor que da la paz, les dé paz en todo lugar y en todo tiempo, y los acompañe siempre.
17 Yo, Pablo, escribo este saludo final con mi propia mano. Así es como firmo todas mis cartas; ésta es mi letra.
18 Deseo que nuestro Señor sea bueno y amoroso con todos ustedes.