4 Nada me alegra más que saber que mis hijos obedecen siempre a la verdad que Dios nos ha enseñado.
5 Querido hermano, tú te portas muy bien cuando ayudas a los otros seguidores de Cristo, especialmente a los que llegan de otros lugares.
6 Ellos le han contado a toda la iglesia cuánto los amas. Por favor, ayúdalos en todo lo que necesiten para continuar su viaje. Hazlo de tal modo que resulte agradable a Dios.
7 Ellos han comenzado a anunciar el mensaje de Jesucristo, y no han aceptado ninguna ayuda de los que no creen en Dios.
8 Por eso, debemos ayudarlos en este trabajo que han empezado, y también debemos hacernos cargo de ellos.
9 Yo escribí una carta a la iglesia, pero Diótrefes no acepta mi autoridad, pues le gusta mandar.
10 Por eso, cuando yo vaya a visitarlos, le llamaré la atención, porque anda hablando mal de nosotros. Y no sólo eso, sino que tampoco recibe a los seguidores de Cristo que llegan de otras partes. Y si alguien quiere recibirlos en su casa, se lo prohíbe y lo echa de la iglesia.