9 Desde el momento en que supimos todo eso, no hemos dejado de orar por ustedes. Y siempre le pedimos a Dios que puedan conocer su voluntad, y que tengan toda la sabiduría y la inteligencia que da el Espíritu Santo.
10 Así podrán vivir de acuerdo con lo que el Señor quiere, y él estará contento con ustedes porque harán toda clase de cosas buenas y sabrán más cómo es Dios;
11 por el gran poder de Dios cobrarán nuevas fuerzas, y podrán soportar con paciencia todas las dificultades. Así, con gran alegría,
12 darán gracias a Dios, el Padre. Porque él nos ha preparado para que recibamos, en su reino de luz, la herencia que él ha prometido a su pueblo elegido.
13 Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo,
14 quien por su muerte nos salvó y perdonó nuestros pecados.
15 Cristo es el Hijo de Dios, y existe desde antes de la creación del mundo; él es la imagen del Dios que no podemos ver.