1 Hijos, obedezcan a sus padres. Ustedes son de Cristo, y eso es lo que les corresponde hacer.
2 El primer mandamiento que va acompañado de una promesa es el siguiente: «Obedezcan y cuiden a su padre y a su madre.
3 Así les irá bien, y podrán vivir muchos años en la tierra.»
4 Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas.
5 Esclavos y esclavas, obedezcan a los que aquí en la tierra son sus amos. Obedézcanlos con respeto, sinceridad, y de buena gana, como si estuvieran sirviendo a Cristo mismo.