10 Finalmente, dejen que el gran poder de Cristo les dé las fuerzas necesarias.
11 Protéjanse con la armadura que Dios les ha dado, y así podrán resistir los ataques del diablo.
12 Porque no luchamos contra gente como nosotros, sino contra espíritus malvados que actúan en el cielo. Ellos imponen su autoridad y su poder en el mundo actual.
13 Por lo tanto, ¡protéjanse con la armadura completa! Así, cuando llegue el día malo, podrán resistir los ataques del enemigo y se mantendrán firmes hasta el fin.
14 ¡Manténganse alerta! Que la verdad y la justicia de Dios los vistan y protejan como una armadura.
15 Compartan la buena noticia de la paz; ¡estén siempre listos a anunciarla!
16 Que su confianza en Dios los proteja como un escudo, y apague las flechas encendidas que arroja el diablo.