2 También saludamos a toda la iglesia que se reúne en tu casa, y a la hermana Apia y al hermano Arquipo, nuestro compañero de trabajo.
3 Deseamos de todo corazón que Dios nuestro Padre, y el Señor Jesucristo, los llenen siempre de amor y paz.
4 Filemón, siempre doy gracias a mi Dios al acordarme de ti en mis oraciones,
5 porque me han dicho que amas al Señor Jesús y confías en él, y que sientes el mismo amor por todos los que forman parte del pueblo de Dios.
6 Tú confías en el Señor, lo mismo que nosotros. Por eso le pido a Dios que sigas confiando en él hasta que conozcas todo el bien que podemos hacer, gracias al amor que sentimos por Cristo.
7 Hermano Filemón, estoy muy contento y animado de saber que amas mucho a los demás, pues tú has consolado y animado a todos los que pertenecen al pueblo de Dios.
8-9 Yo ya soy viejo, y ahora estoy en la cárcel por servir a Jesucristo. Yo sé que tú me amas. Por eso, aunque te lo podría ordenar, pues Cristo me ha dado esa autoridad, prefiero pedirte que me hagas el siguiente favor: