1 Pablo miró a todos los de la Junta Suprema, y les dijo:—Amigos israelitas, yo tengo la conciencia tranquila, porque hasta ahora he obedecido a Dios en todo.
2 Entonces Ananías, el jefe de los sacerdotes, ordenó que golpearan a Pablo en la boca.
3 Pero Pablo le dijo:—Es Dios quien lo va a golpear a usted, ¡hipócrita! Usted tiene que juzgarme de acuerdo con la Ley;. entonces, ¿por qué la desobedece ordenando que me golpeen?
4 Los demás judíos de la Junta le dijeron:—¿Por qué insultas al jefe de los sacerdotes de Dios?