15 Yo creo que Dios hará que los muertos vuelvan a vivir, no importa que hayan sido buenos o malos. Y también los que me acusan creen lo mismo.
16 Por eso siempre trato de obedecer a Dios y de estar en paz con los demás; así que no tengo nada de qué preocuparme.
17 »Durante muchos años anduve por otros países. Luego volví a mi país, para traer dinero a los pobres y presentar una ofrenda a Dios.
18 Fui al templo para entregar las ofrendas y hacer una ceremonia de purificación. Yo no estaba haciendo ningún alboroto, y ni siquiera había mucha gente. Allí me encontraron unos judíos de la provincia de Asia, y fueron ellos los que armaron el alboroto.
19 Si es que algo tienen contra mí, son ellos los que deberían estar aquí, acusándome delante de usted.
20 Si no es así, que digan los presentes si la Junta Suprema de los judíos pudo acusarme de hacer algo malo.
21 Lo único que dije ante la Junta fue, que me estaban juzgando por creer que los muertos pueden volver a vivir.