22-24 »Esa gente no sería culpable por sus pecados si yo no hubiera venido a hablarles, y si delante de ellos no hubiera hecho yo cosas que nadie jamás ha hecho. Pero aun así me odian a mí, y también a mi Padre. Porque el que me odia, también odia a mi Padre.
25 Pero todo esto debe suceder para que se cumpla lo que está escrito en la Biblia: “Me odian sin motivo.”
26 »Yo les enviaré al Espíritu que viene del Padre, y que les enseñará lo que es la verdad. El Espíritu los ayudará y les hablará bien de mí.
27 Y ustedes también hablarán bien de mí, porque han estado conmigo desde el principio.