4 Jesús le respondió:—Madre, ese no es asunto nuestro. Aún no ha llegado el momento de que yo les diga quién soy.
5 Entonces María les dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que Jesús les diga.»
6 Allí había seis grandes tinajas para agua, de las que usan los judíos en sus ceremonias religiosas. En cada tinaja cabían unos cien litros.
7 Jesús les dijo a los sirvientes: «Llenen de agua esas tinajas.»Los sirvientes llenaron las tinajas hasta el borde.
8 Luego Jesús les dijo: «Ahora, saquen un poco y llévenselo al encargado de la fiesta, para que lo pruebe.»Así lo hicieron.
9 El encargado de la fiesta probó el agua que había sido convertida en vino, y se sorprendió, porque no sabía de dónde había salido ese vino. Pero los sirvientes sí lo sabían.Enseguida el encargado de la fiesta llamó al novio
10 y le dijo: «Siempre se sirve primero el mejor vino, y luego, cuando ya los invitados han bebido bastante, se sirve el vino corriente. Tú, en cambio, has dejado el mejor vino para el final.»