12 Si no me creen cuando les hablo de las cosas de este mundo, ¿cómo me creerán si les hablo de las cosas del cielo?
13 Nadie ha subido al cielo, sino solamente el que bajó de allí, es decir, yo, el Hijo del hombre.
14 »Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, y del mismo modo yo, el Hijo del hombre, tengo que ser levantado en alto,
15 para que todo el que crea en mí tenga vida eterna.
16 »Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.
17 Porque Dios no me envió a este mundo para condenar a la gente, sino para salvarla.
18 »El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios.