1-2 Una noche, un fariseo llamado Nicodemo, que era líder de los judíos, fue a visitar a Jesús y le dijo:—Maestro, sabemos que Dios te ha enviado a enseñarnos, pues nadie podría hacer los milagros que tú haces si Dios no estuviera con él.
3 Jesús le dijo:—Te aseguro que si una persona no nace de nuevo no podrá ver el reino de Dios.
4 Nicodemo le preguntó:—¿Cómo puede volver a nacer alguien que ya es viejo? ¿Acaso puede entrar otra vez en el vientre de su madre?
5 Jesús le respondió:—Te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu.
7 No te sorprendas si te digo que hay que nacer de nuevo.