48 Pero el sirviente que, sin saberlo, hace algo que merece castigo, recibirá un castigo menor. Dios es bueno con ustedes, y espera que ustedes lo sean con él. Y así como él se muestra muy generoso con ustedes, también espera que ustedes le sirvan con la misma generosidad.
49 »Yo he venido para encender fuego en el mundo. ¡Y cómo me gustaría que ya estuviera ardiendo!
50 Pero primero tengo que pasar por una prueba muy difícil, y sufro mucho hasta que llegue ese momento.
51 ¿Creen ustedes que vine para establecer la paz en este mundo? ¡No! Yo no vine a eso. Vine a causar división.
52 En una familia de cinco, tres estarán en contra de los otros dos.
53 El padre y el hijo se pelearán, la madre y la hija harán lo mismo, y la suegra y la nuera serán enemigas.»
54 Jesús le dijo a la gente:«Cuando ustedes miran hacia el oeste, y ven una nube en el cielo, dicen: “¡Va a llover!”; y en verdad llueve.