35 Jesús iba llegando a la ciudad de Jericó. Junto al camino estaba un ciego pidiendo limosna.
36 Cuando el ciego oyó el ruido de la gente que pasaba, preguntó:—¿Qué sucede?
37 La gente le explicó:—Ahí viene Jesús, el del pueblo de Nazaret.
38 Entonces el ciego se puso a gritar: «¡Jesús, tú que eres el Mesías, ten compasión de mí y ayúdame!»
39 Los que iban delante reprendían al ciego para que se callara, pero él gritó con más fuerza: «¡Mesías, ten compasión de mí y ayúdame!»
40 Jesús se detuvo y ordenó que trajeran al ciego. Cuando el ciego estuvo cerca, Jesús le preguntó:
41 —¿Qué quieres que haga por ti?El ciego le respondió:—Señor, ¡quiero volver a ver!