44 La destruirán por completo, y no dejarán en pie una sola pared. Todos ustedes morirán, y sufrirán todo esto, porque no quisieron reconocer que Dios me envió a salvarlos.»
45 Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, fue al templo y comenzó a sacar a todos los vendedores que allí estaban,
46 y les dijo: «Dios dice en la Biblia: “Mi casa será una casa de oración”; ¡pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones!»
47 Jesús iba al templo todos los días para enseñar. Los sacerdotes principales, los maestros de la Ley y los líderes del pueblo planeaban cómo matarlo;
48 pero no podían hacer nada contra él, pues la gente quería escuchar sus enseñanzas.