34 »¡Tengan cuidado! No pasen el tiempo pensando en banquetes y borracheras, ni en las muchas cosas que esta vida les ofrece. Porque el fin del mundo podría sorprenderlos en cualquier momento,
35 y ustedes serán como un animal que, de pronto, se ve atrapado en una trampa.
36 Por eso, estén siempre alerta. Oren en todo momento, para que puedan escapar de todas las cosas terribles que van a suceder. Así podrán estar conmigo, el Hijo del hombre.»
37 Jesús enseñaba en el templo todos los días, y por las noches iba al Monte de los Olivos.
38 Cada mañana, la gente iba al templo para escuchar a Jesús.