1 El Espíritu de Dios llenó a Jesús con su poder. Y cuando Jesús se alejó del río Jordán, el Espíritu lo guió al desierto.
2 Allí, durante cuarenta días, el diablo trató de hacerlo caer en sus trampas, y en todo ese tiempo Jesús no comió nada. Cuando pasaron los cuarenta días, Jesús sintió hambre.
3 Entonces el diablo le dijo:—Si en verdad eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan.
4 Jesús le contestó:—La Biblia dice: “No sólo de pan vive la gente”.
5 Después el diablo llevó a Jesús a un lugar alto. Desde allí, en un momento, le mostró todos los países más ricos y poderosos del mundo,