23 Un sábado, mientras Jesús y sus discípulos iban por un campo sembrado de trigo, los discípulos comenzaron a arrancar espigas.
24 Cuando los fariseos vieron esto, le dijeron a Jesús:—¡Mira lo que hacen tus discípulos! ¿Acaso no saben que está prohibido arrancar espigas en el día de descanso?
25-26 Jesús les respondió:—¿No han leído ustedes en la Biblia lo que hizo el rey David, cuando Abiatar era el jefe de los sacerdotes? David y sus compañeros sufrían gran necesidad y tenían mucha hambre. Entonces David entró en la casa de Dios y comió del pan especial, que sólo a los sacerdotes les estaba permitido comer, y lo compartió con sus compañeros.Además les dijo:
27 —El sábado se hizo para el bien de los seres humanos, y no los seres humanos para el bien del sábado.
28 Yo, el Hijo del hombre, soy quien decide qué puede hacerse y qué no puede hacerse en el día de descanso.