17 Así se cumplió lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías:
18 «¡Miren a mi elegido,al que he llamado a mi servicio!Yo lo amo mucho,y él me llena de alegría.Yo pondré en él mi Espíritu,y él anunciará mi justiciaentre las naciones.
19 No discutirá con nadie,ni gritará.¡Nadie escuchará su vozen las calles!
20 No les causará más dañoa los que estén heridos,ni acabará de matara los que estén agonizando.Al contrario, fortalecerá a los débilesy hará triunfar la justicia.
21 ¡Todas las personas del mundoconfiarán en él!»
22 Unas personas llevaron un hombre a Jesús para que lo sanara. Ese hombre era ciego y mudo porque tenía un demonio. Pero Jesús lo sanó, y el hombre pudo ver y hablar.
23 La gente estaba asombrada de lo que Jesús hacía, y se preguntaba: «¿Será Jesús el Mesías que Dios prometió para salvarnos?»