26 Jesús los miró y les dijo:—Para la gente, lograr eso es imposible; pero para Dios todo es posible.
27 Pedro le contestó:—Recuerda que nosotros hemos dejado todo lo que teníamos, y te hemos seguido. ¿Qué premio vamos a recibir?
28 Jesús les respondió:—Les aseguro que todos ustedes reinarán conmigo cuando yo, el Hijo del hombre, me siente en el trono de mi reino poderoso. Entonces Dios cambiará todas las cosas y las hará nuevas. Cada uno de ustedes gobernará a una de las doce tribus de Israel.
29 Y todos los que, por seguirme, hayan dejado a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos o a sus hermanas, a su padre o a su madre, su casa o un terreno, recibirán cien veces más de lo que dejaron, y tendrán además vida eterna.
30 Pero muchas personas que ahora son importantes, serán las menos importantes, y muchos que ahora no son importantes, serán los más importantes.