1 Ahora escúchenme ustedes, los ricos: lloren y griten de dolor por todo lo que muy pronto van a sufrir.
2 Sus riquezas se pudrirán, y la polilla les comerá la ropa.
3 El dinero que han estado juntando en estos últimos tiempos se oxidará, y ese óxido será el testigo que los acusará en el juicio final, y que los destruirá como un fuego.
4 Ustedes no les han pagado el sueldo a sus trabajadores, y el Señor todopoderoso ha oído las protestas de ellos. Ese dinero que no han pagado también los acusará delante de Dios.
5 Ustedes los ricos han vivido con mucho lujo, y se han dado la gran vida en esta tierra. Han engordado tanto que parecen ganado listo para el matadero.
6 Injustamente han acusado y matado a personas inocentes, que ni siquiera podían defenderse.
7-8 Pero ustedes, hermanos, tengan paciencia y no se desesperen, pues ya pronto viene Cristo el Señor. Hagan como el campesino, que con paciencia espera la lluvia, y también espera que la tierra le dé buenas cosechas.