34 A pesar de eso, Dios no le quitará todo el reino. Por amor a David, Salomón gobernará mientras viva, pues David fue elegido por Dios, y él lo adoró y obedeció en todo.
35 Pero Dios le quitará el reino al hijo de Salomón y te nombrará como rey de diez tribus.
36 Dios pondrá al hijo de Salomón a reinar sobre una tribu, para que siempre haya alguien de la familia de David que gobierne en Jerusalén, la ciudad de Dios.
37 Él te pondrá como rey de Israel y extenderás tu dominio sobre todos los territorios que quieras.
38 Si obedeces todo lo que Dios te manda, y haces lo que a él le agrada, cumpliendo sus mandamientos como hizo su servidor David, Dios te ayudará en todo. De tu familia saldrán los reyes, así como sucedió con la familia de David. Dios te entregará Israel,
39 y castigará a la familia de David, porque Salomón no lo obedeció. Aunque debo decirte que Dios no la castigará para siempre».
40 Cuando Salomón se enteró de esto, trató de matar a Jeroboam, pero éste se escapó a Egipto y se quedó allí hasta que murió Salomón. En ese momento Sisac era el rey de Egipto.