16 Safán le llevó el libro al rey, junto con este informe:«Tus ayudantes están haciendo todo lo que les encargaste:
17 Juntaron el dinero que había en el templo, y se lo dieron a los encargados de la construcción.
18 Además, el sacerdote Hilquías encontró un libro y me lo entregó».Entonces Safán se lo leyó al rey.
19 Y cuando el rey escuchó lo que decía el libro de la Ley, rompió su ropa en señal de tristeza.
20 Después les dio esta orden a Hilquías, a Ahicam hijo de Safán, a Abdón hijo de Micaías, al secretario Safán y a su ayudante personal Asaías:
21 «Vayan a consultar a Dios, para que sepamos qué debemos hacer en cuanto a lo que dice este libro. ¡Dios debe estar furioso con nosotros, pues nuestros antepasados no obedecieron lo que está escrito aquí!»
22 Ellos fueron a ver a la profetisa Huldá, que vivía en el Segundo Barrio de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salum hijo de Ticvá y nieto de Harhás. Salum era el encargado de cuidar la ropa del rey. Cuando la consultaron,