19 y en ambos lados de cada escalón había también un león de pie. ¡Ningún otro rey tenía un trono tan hermoso!
20 Todas las copas del rey, y todos los platos del palacio «Bosque del Líbano» eran de oro puro. No había nada de plata, porque en aquella época no la consideraban de mucho valor.
21 Los barcos del rey Salomón y los del rey Hiram viajaban juntos, y cada tres años traían de Tarsis oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
22 El rey Salomón era más sabio y más rico que todos los reyes de esa región.
23 Todos los reyes de la tierra querían verlo y escuchar la sabiduría que Dios le había dado,
24 así que cada año le llevaban regalos de oro y plata, ropas, perfumes, caballos y mulas.
25 Salomón tenía un ejército tan grande que tuvo que construir cuatro mil cuarteles en Jerusalén y en otras ciudades, para guardar sus caballos y carros de combate, y para albergar a sus doce mil jinetes.