13 David le dijo a Natán:—Reconozco que he pecado contra Dios, y que he hecho lo que a él no le gusta.Natán le contestó:—Por eso mismo Dios te ha perdonado, y no vas a morir.
14 Pero por haberte burlado de él, no vivirá el hijo que tuviste con Betsabé.
15 Después de decir esto, Natán se fue a su casa.En efecto, Dios hizo que el niño se enfermara gravemente.
16 David no comía nada, y se pasaba toda la noche tirado en el suelo, rogándole a Dios que curara al niño.
17 Sus consejeros le pedían que se levantara del suelo y comiera, pero David se negaba a hacerlo.
18 Al séptimo día, el niño murió. Los consejeros no se atrevían a decirle nada a David, porque pensaban: «Si cuando el niño aún vivía, le pedíamos que comiera y no nos hacía caso, ahora que el niño ya murió, es capaz de hacer una tontería».
19 Pero David se dio cuenta de que sus consejeros le ocultaban algo, y comprendió que su hijo ya había muerto. Entonces dijo:—Ya murió el niño, ¿verdad?Y los consejeros le contestaron:—Sí, ya murió.