12 Era tanta su maldad, que ordenó que su ejército acampara en donde todos los días se presentaban las ofrendas; luego echó por los suelos la verdad y comenzó a hacer todo lo que quiso. ¡Y todo le salió bien!
13 »Poco después oí que un ángel le decía a otro ángel: “Esto que estamos viendo, pasa todos los días en el altar de las ofrendas. ¿Cuándo terminará? ¿Hasta cuándo va a permitir Dios que sigan pecando así en el templo? ¿Hasta cuándo va a permitir que sigan maltratando a los creyentes?”
14 »Y el otro ángel contestó: “Hasta que hayan pasado mil ciento cincuenta días, que es un poco más de tres años. Pasado ese tiempo, el templo quedará limpio”.
15 »Mientras yo veía todo esto, y trataba de entenderlo, se apareció ante mí alguien que parecía un hombre.
16 Entonces escuché la voz de alguien que venía del río Ulai. Esa voz decía: “Gabriel, explícale a este hombre lo que significa el sueño”.
17 »Cuando Gabriel se me acercó, yo me asusté tanto que me arrojé al suelo. Pero él me dijo: “Lo que has visto, se hará realidad cuando llegue el fin del mundo”.
18 »Mientras Gabriel me decía esto, yo perdí el sentido y me quedé tirado en el suelo. Pero él vino en mi ayuda y me levantó.