2 Y concluí que las diversiones son una locura, y que los placeres no sirven para nada.
3 Hice luego la prueba de beber mucho vino y de cometer las más grandes tonterías. Quería ver qué de bueno le encuentra la gente a sus pocos años de vida en este mundo. Pero hice esto sabiendo lo que hacía. Nunca perdí el control de la situación.
4 Todo lo hice en grande: construí mis propias casas, planté mis propios viñedos,
5 cultivé mis propios jardines, y en mis huertos planté toda clase de árboles frutales.
6 También mandé construir represas de agua para regar los árboles que allí crecían.
7 Llegué a tener muchos esclavos y esclavas, y también tuve más vacas y ovejas que todos los que reinaron en Jerusalén antes que yo.
8 Llegué a tener montones de oro y plata, y me quedé con las riquezas de otros reyes y de otras naciones. Tuve a mi servicio hombres y mujeres que cantaban para mí, y gocé de todos los placeres humanos, pues tuve muchas mujeres.