19 Pero Dios le respondió:—Yo soy muy bondadoso con quien quiero serlo. Así que voy a mostrarte todo mi esplendor, y voy a darte a conocer mi nombre.
20-21 Pero no podrás ver mi rostro, porque cualquiera que vea mi rostro morirá. Quédate junto a la roca que está a mi lado.
22 Cuando pase yo delante de ti, te colocaré en un hueco de la roca y te taparé los ojos con mi mano, hasta que haya pasado.
23 Después quitaré mi mano, y podrás ver mi espalda; pero mi rostro no lo verás.