1 Jonás se enojó muchísimo, pues no le gustó que Dios hubiera perdonado a la gente de Nínive.
2 Muy molesto, le dijo a Dios:—¡Ya lo decía yo, mi Dios, ya lo decía yo! Hiciste lo que pensé que harías cuando aún estaba en mi tierra. Por eso quise huir lejos de ti.»Yo sé que eres un Dios muy bueno; te compadeces de todos y es difícil que te enojes. Eres tan cariñoso que, cuando dices que vas a castigar, después cambias de opinión y no lo haces.
3 A mí me molesta eso; prefiero que me quites la vida. Si vas a ser así, mejor mátame.
4 Dios le preguntó a Jonás:—¿Qué razón tienes para enojarte así?
5 Jonás salió de la ciudad y se fue a un lugar desde donde podía verlo todo. Luego cortó unas ramas y construyó un refugio para protegerse del sol. Se sentó bajo la sombra, y se puso a esperar lo que iba a pasarle a la ciudad.