1 Después que Josué repartió la tierra, mandó llamar a las tribus de Rubén, Gad y Manasés Oriental,
2 y les dijo:«Ustedes obedecieron todas las órdenes que recibieron de Moisés, y también han obedecido las mías.
3 Han tenido mucho cuidado de obedecer todos los mandamientos de nuestro Dios, y siempre han estado al lado de sus hermanos israelitas para ayudarlos.
4 Ahora ellos tienen paz, tal como se lo prometió nuestro Dios. Pueden regresar a los territorios que conquistaron al este del río Jordán, a las tierras que Moisés les dio.
5 Pero no se olviden de cumplir sus órdenes. Amen a Dios y hagan lo que él quiere. Obedezcan todos sus mandatos y manténganse fieles a él. Sírvanle de todo corazón y con todas sus fuerzas.
6-9 »Ustedes regresan ahora con muchas riquezas. Les han quitado a sus enemigos vacas, ovejas, oro, plata, bronce, hierro y gran cantidad de ropa. Compartan todo eso con sus familiares.»Le pido a Dios que los bendiga y los trate bien. Pueden regresar a sus tierras».Las tribus de Rubén y de Gad dejaron a los demás israelitas en Siló, en la región de Canaán, y regresaron a sus territorios. Se fueron a la región de Galaad, que habían conquistado por una orden de Dios recibida a través de Moisés. Moisés ya le había asignado tierras a media tribu de Manasés en Basán, al este del río Jordán.Josué, por su parte, le asignó tierras a la otra mitad de Manasés, al oeste del Jordán, por lo que ellos se quedaron en Siló con el resto de los israelitas.
10 Cuando las tribus de Rubén, Gad y Manasés Oriental llegaron a la región del Jordán, antes de cruzar el río levantaron un gran altar.