15 Si no quieren serle obedientes, decidan hoy a quién van a dedicar su vida. Tendrán que elegir entre los dioses a quienes sus antepasados adoraron en Mesopotamia, y los dioses de los amorreos en cuyo territorio ustedes viven ahora. Pero mi familia y yo hemos decidido dedicar nuestra vida a nuestro Dios.
16 El pueblo le respondió:—¡Nunca abandonaremos a nuestro Dios! ¡Jamás seguiremos a otros dioses!
17 Dios puso en libertad a nuestros antepasados; nos libró de la esclavitud de Egipto. Sabemos de los milagros que él hizo, y de cómo nos ha protegido al pasar por muchas naciones hasta llegar aquí.
18 Dios expulsó a todos los pueblos que estaban en nuestro camino, y a los amorreos que aquí vivían. Por eso obedeceremos a nuestro Dios.
19 Josué les dijo:—No es fácil vivir para Dios. Él no tolera el pecado ni acepta dioses rivales, y espera que se le obedezca en todo. Si le son infieles no los va a perdonar.
20 »Aunque siempre ha sido bueno con ustedes, se enojará si lo abandonan y adoran a otros dioses. ¡Los castigará y los destruirá por completo!
21 El pueblo le respondió a Josué:—¡Jamás haremos tal cosa! ¡Hemos decidido dedicar nuestra vida a nuestro Dios!