27 Los de Manasés no pudieron echar a los que vivían en Bet-seán, Taanac, Dor, Ibleam y Meguido, ni tampoco a los de las aldeas vecinas. Así que los cananeos siguieron viviendo allí.
28 Después los israelitas se hicieron más poderosos y obligaron a los cananeos a trabajar para ellos, pero no los pudieron echar de su territorio.
29 Los de Efraín tampoco pudieron echar a los cananeos que vivían en Guézer, así que los cananeos siguieron allí, viviendo junto a los de Efraín.
30 Los de Zabulón tampoco pudieron echar a los cananeos que vivían en Quitrón y en Nahalal, así que éstos siguieron allí, pero obligados a trabajar para los de Zabulón.
31-32 Tampoco los de Aser pudieron echar a los cananeos que vivían en Aco, Sidón, Ahlab, Aczib, Helbá, Afec y Rehob, así que se quedaron a vivir entre los cananeos que allí vivían.
33 Tampoco los de la tribu de Neftalí pudieron echar a los cananeos que vivían en Bet-semes y Bet-anat, así que éstos siguieron allí, pero obligados a trabajar para los de Neftalí.
34 Los de la tribu de Dan tuvieron que retroceder a las montañas porque los amorreos no los dejaron bajar a la llanura.