8 Durante dieciocho años los filisteos y los amonitas fueron crueles y maltrataron a todos los israelitas que vivían en Galaad, al este del río Jordán, en la región de los amorreos.
9 Los amonitas cruzaron el Jordán para atacar también a las tribus de Judá, Benjamín y Efraín, y los israelitas se vieron en graves problemas.
10 Entonces los israelitas le pidieron ayuda a Dios, y le dijeron:—Hemos pecado contra ti al abandonarte para adorar a dioses falsos.
11 Dios les respondió:—Yo los libré de los egipcios, de los amorreos, de los amonitas y de los filisteos, ¿no es verdad?
12 Cuando ustedes me suplicaron que los salvara, yo los libré de los sidonios, de los amalecitas y de los madianitas.
13 A pesar de eso, ustedes volvieron a abandonarme para adorar a dioses falsos, así que ahora no los voy a salvar.
14 ¡Vayan a pedirle ayuda a los otros dioses! ¡Ya que ustedes los eligieron, que ellos los saquen del problema!