2 Por eso los de Dan eligieron de entre sus familias a cinco valientes de Sorá y Estaol, y en secreto los enviaron a explorar el territorio. Cuando llegaron a la zona montañosa de Efraín, pasaron la noche en la casa de Micaías.
3 Estando allí, se dieron cuenta de que el joven sacerdote era de otro lugar, por su manera de hablar, y le preguntaron:—¿Quién te trajo acá? ¿Qué estás haciendo? ¿Para qué viniste?
4 Él les explicó:—Hice un trato con Micaías, y él me paga para que sea yo su sacerdote.
5 Entonces ellos le dijeron:—Por favor, consulta a Dios por nosotros. Queremos saber si nos irá bien en este viaje.
6 Él les contestó:—Pueden ir tranquilos, porque Dios los va a proteger.
7 Los cinco hombres salieron, y cuando llegaron a Lais encontraron que allí la gente vivía confiada y tranquila, pues tenía todo lo que necesitaba. Esa gente era de Sidón, pero como estaba lejos de su patria no se relacionaba con nadie.
8 Cuando los que habían ido a explorar volvieron a Sorá y Estaol, sus compañeros les preguntaron:—¿Cómo les ha ido?