1 El ángel de Dios salió de Guilgal y fue a Boquim para darles a los israelitas el siguiente mensaje de parte de Dios:«Yo los saqué a ustedes de Egipto y los traje al territorio que les había prometido a sus antepasados. A ellos les dije: “Yo les cumpliré mi promesa,
2 pero ustedes no deben hacer ningún trato con la gente que vive allí. Al contrario, deben destruir sus altares”.»Pero, ¿qué hicieron ustedes? Simplemente me desobedecieron.
3 Por eso, ahora que ustedes avancen, no voy a echar a esa gente. Tanto ellos como sus dioses serán una trampa para ustedes».
4 Cuando el ángel de Dios terminó de hablar, los israelitas comenzaron a llorar y a gritar.