29 Si esta gente muere normalmente, como cualquiera de nosotros, entonces significa que yo hago las cosas por mi cuenta.
30 Pero si Dios hace algo extraordinario, y se abre la tierra y se los traga vivos, no habrá duda de que ellos se rebelaron contra Dios».
31 En cuanto Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió
32 y se tragó vivos a todos los que habían seguido a Coré, junto con sus familias y todas sus pertenencias.
33 Así fue como desapareció toda aquella gente.
34 Al ver esto, todo el pueblo salió corriendo y gritando: «¡Vámonos de aquí! ¡No sea que también a nosotros nos trague la tierra!»
35 Enseguida, Dios envió un fuego, y los doscientos cincuenta descendientes de Leví murieron quemados.