1 Un día, los jefes del grupo familiar de Galaad, que pertenecía a la tribu de Manasés, fueron a hablar con Moisés. Delante de los jefes de las tribus de Israel le dijeron:
2 «Dios te ordenó que repartieras territorios a los israelitas por sorteo. Los terrenos de nuestro familiar Selofhad tú se los diste a las hijas que él tuvo.
3 Sin embargo, nos preocupa que ellas se casen con hombres de otra tribu. Porque entonces, los terrenos que eran de ellas y de nuestra tribu pasarán a ser de la tribu de los hombres con quienes ellas se casen. Nosotros perderíamos parte del territorio que tú nos diste.
4 Así, cuando llegue el año de liberación, ellos se quedarán para siempre con nuestros terrenos. Y nuestra tribu perderá parte del territorio que le tocó».
5 Dios le dijo a Moisés lo que debía hacer. Entonces Moisés les dijo a los israelitas:«Los de la tribu de Manasés tienen razón.