1-2 Pocos días después, Rut le dijo a Noemí:—Déjame ir a recoger espigas. Seguramente los que cosechan en los campos me dejarán seguirlos para recoger las espigas que vayan quedando.Noemí le dijo:—Anda, hija mía.
3 Entonces Rut se fue a un campo de cebada y comenzó a recoger las espigas que dejaban los trabajadores. Sin saberlo, Rut tuvo la buena suerte de ir a trabajar al campo de un familiar de Elimélec, el difunto esposo de Noemí. Ese familiar se llamaba Booz, y además era muy rico y muy importante en Belén.
4 Ocurrió que ese día Booz salió de Belén para vigilar el trabajo en sus campos. Cuando llegó al campo, saludó a los trabajadores:—¡Que Dios los cuide a todos!Y ellos respondieron:—¡Que Dios te siga bendiciendo!
5 Luego Booz le preguntó al jefe de los trabajadores:—¿Quién es esa muchacha?
6 El jefe contestó:—Es la muchacha de Moab que vino con Noemí.
7 Me suplicó que la dejara recoger las espigas que se les caen a los trabajadores. Desde que llegó en la mañana, ha estado trabajando duramente, y apenas ahora está tomando un corto descanso en la choza.