16 Si alguno ve que un hermano de la iglesia comete un pecado que no lleva a la muerte, debe orar por ese hermano, para que Dios le dé vida. Pero debe tratarse de un pecado que no lleve a la muerte. Porque hay pecados que llevan a la muerte, y quiero decirles que no se debe orar por quienes los cometen.
17 Todo tipo de maldad es pecado, pero no todo pecado lleva a la muerte.
18 Sabemos que los hijos de Dios no pecan porque Jesucristo, el Hijo de Dios, los cuida, y el diablo no puede hacerles daño.
19 Sabemos que somos de Dios, y que el resto de la gente en el mundo está dominada por el diablo.
20 Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y que nos ha dado la capacidad de conocer al Dios verdadero. Nosotros vivimos unidos a su Hijo Jesucristo; él es el Dios verdadero, que da la vida eterna.
21 Cuidado, hijos míos, no obedezcan a los dioses falsos.