6 Vi entonces a otro ángel, que volaba en lo alto del cielo. Llevaba buenas noticias de valor eterno, para la gente de todos los países, razas, idiomas y pueblos.
7 Decía con fuerte voz:«Honren a Dios y alábenlo;ha llegado el momentoen que él juzgará al mundo. Adoren al creadordel cielo y de la tierra,del mar y de los manantiales.»
8 Lo seguía otro ángel que decía:«¡Ya cayó la gran Babilonia!Ya ha sido destruida la ciudadque enseñó a todos los paísesa pecar y a obedecer a dioses falsos.»
9 Luego los siguió un tercer ángel, que decía con fuerte voz:«Si alguno adora al monstruo o a su estatua, o deja que le pongan su marca en la frente o en la mano,
10 Dios se enojará mucho y lo castigará duramente. No será un castigo suave, sino que lo hará sufrir con fuego y azufre ardiente, y los santos ángeles y el Cordero lo verán sufrir su castigo.
11 El humo del fuego que lo hará sufrir nunca dejará de subir, pues los que adoran al monstruo y a su estatua, y tienen la marca de su nombre, nunca dejarán de sufrir, ni de día ni de noche.»
12 El pueblo de Dios debe aprender a soportar con fortaleza las dificultades y los sufrimientos. También debe obedecer los mandatos de Dios y seguir confiando en Jesús.