19 Las rocas sobre las que estaba construida la muralla estaban adornadas con toda clase de piedras preciosas: la primera roca está adornada con diamantes; la segunda, con zafiros; la tercera, con ágatas; la cuarta, con esmeraldas;
20 la quinta, con ónices; la sexta, con rubíes; la séptima, con crisólitos; la octava, con berilos; la novena, con topacios; la décima, con crisoprasas; la undécima, con jacintos; y la duodécima, con amatistas.
21 Y los doce portones eran doce perlas; cada portón estaba hecho de una sola perla. La calle principal de la ciudad estaba cubierta de un oro tan puro que brillaba como el vidrio transparente.
22 En la ciudad no vi ningún templo, porque su templo es el Señor, el Dios todopoderoso, y también el Cordero.
23 La ciudad no necesita que el sol o la luna la iluminen, porque el brillo de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara.
24 Gente de todos los países caminará a la luz que sale de la ciudad, y los reyes de la tierra le entregarán sus riquezas.
25 Los portones de la ciudad no se cerrarán de día, y allí nunca será de noche.