10 Ustedes todavía les dan importancia a ciertos días, meses, épocas y años.
11 ¡Me asusta el pensar que de nada haya servido todo lo que he hecho por ustedes!
12 Hermanos míos, yo les ruego que se amolden a mí, como yo me he amoldado a ustedes. Ustedes no me causaron ningún daño,
13 sino que me enfermé y, por eso, tuve que pasar un tiempo en Galacia anunciándoles las buenas noticias.
14 Aunque mi enfermedad les causó muchos problemas, ustedes no me despreciaron ni me rechazaron. Al contrario, me recibieron en sus hogares como si yo fuera un ángel de Dios, ¡o Jesucristo mismo!
15 Yo sé muy bien que, de haberles sido posible, hasta se habrían sacado los ojos para dármelos. ¿Qué pasó con toda esa alegría?
16 ¡Ahora resulta que, por decirles la verdad, me he hecho enemigo de ustedes!