15 En realidad, no importa si uno está o no circuncidado. Lo que sí importa es ser una persona distinta.
16 Que Dios dé su paz a los que viven así, y que muestre también su bondad a los que son suyos.
17 De ahora en adelante, que nadie me cause problemas; ¡yo tengo en mi cuerpo las cicatrices que demuestran que he sufrido por pertenecer a Cristo!
18 Hermanos, que nuestro Señor Jesucristo les muestre su amor. Amén.