25 De allí, Bernabé se fue a la ciudad de Tarso, para buscar a Saulo.
26 Cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Allí estuvieron un año con toda la gente de la iglesia, y enseñaron a muchas personas. Fue allí, en Antioquía, donde por primera vez la gente comenzó a llamar cristianos a los seguidores de Jesús.
27 En ese tiempo, unos profetas fueron de Jerusalén a Antioquía.
28 Uno de ellos, llamado Agabo, recibió la ayuda del Espíritu Santo y anunció que mucha gente en el mundo no tendría nada para comer. Y esto ocurrió, en verdad, cuando el emperador Claudio gobernaba en Roma.
29 Los seguidores de Jesús en Antioquía se pusieron de acuerdo para ayudar a los cristianos en la región de Judea, y cada uno dio todo lo que pudo dar.
30 Entonces Bernabé y Saulo llevaron el dinero a Jerusalén, y lo entregaron a los líderes de la iglesia.