9 Volvió a entrar en el palacio, llamó a Jesús y le preguntó:—¿De dónde eres?Pero Jesús no le contestó.
10 Entonces Pilato le dijo:—¿No me vas a contestar? ¿Acaso no sabes que tengo poder para mandar que te dejen libre, o para que mueras clavado en una cruz?
11 Jesús le respondió:—No tendrías ningún poder sobre mí, si Dios no te lo hubiera dado. El hombre que me entregó es más culpable de pecado que tú.
12 A partir de ese momento, Pilato buscó la manera de dejar libre a Jesús, pero la gente gritó:—¡Si dejas libre a ese hombre, no eres amigo del emperador romano! ¡Cualquiera que quiera hacerse rey, es enemigo del emperador!
13 Al oír esto, Pilato mandó que sacaran a Jesús del palacio. Luego se sentó en el asiento del tribunal, en un lugar llamado Gabatá, que en hebreo significa El Empedrado.
14 Faltaba un día para la fiesta de la Pascua, y eran como las doce del día. Entonces Pilato dijo a los judíos:—¡Aquí tienen a su rey!
15 Pero la gente gritó:—¡Clávalo en una cruz! ¡Clávalo en una cruz!Pilato les preguntó:—¿De veras quieren que mate a su rey?Y los sacerdotes principales le respondieron:—¡Nosotros no tenemos más rey que el emperador de Roma!