18 Quien habla por su propia cuenta sólo quiere que la gente lo admire. Pero yo sólo deseo que mi Padre, que me envió, reciba el honor que le corresponde; por eso siempre digo la verdad.
19 Moisés les dio a ustedes la ley y, sin embargo, ninguno la obedece. ¿Por qué quieren matarme?
20 La gente le contestó:—¡Estás loco! ¿Quién quiere matarte?
21 Jesús les dijo:—Todos ustedes se admiran por un solo milagro que hice.
22 Moisés les mandó practicar la ceremonia de la circuncisión, y ustedes la practican aunque caiga en sábado. Esa orden no viene del tiempo de Moisés, sino de antes, cuando aún vivían Abraham, Isaac y Jacob.
23 Entonces, si para obedecer la ley de Moisés ustedes circuncidan a un niño, aunque sea en sábado, ¿por qué se enojan conmigo por haber sanado a un hombre en sábado?
24 No digan que algo está mal sólo porque así les parece. Antes de afirmar algo, deben estar seguros de que así es.